Este domingo, Argentina se enfrenta a una elección presidencial inusual en la que más de 35 millones de votantes elegirán a su próximo presidente en medio de una crisis económica y un ambiente político turbulento.
Las opciones en esta elección incluyen a Javier Milei, un economista y político de extrema derecha que ha agitado el debate público con propuestas como la dolarización de la economía y la liberalización del mercado de armas. Milei sorprendió en las primarias de agosto al obtener el 29.08% de los votos.
El frente de centro-derecha Juntos por el Cambio, que gobernó Argentina entre 2015 y 2019 bajo la presidencia de Mauricio Macri, eligió a Patricia Bullrich como su candidata. Bullrich ha abogado por medidas de mano dura en seguridad, como bajar la edad de imputabilidad y reformar el Código Penal.
El oficialismo, encabezado por Sergio Massa, ha luchado con una economía en crisis, con una inflación del 140% y una creciente pobreza. Massa busca aprovechar su experiencia como líder del Congreso de los Diputados y el Ministerio de Economía para abordar la crisis y controlar la inflación.
Otras candidaturas incluyen a Myriam Bregman del Frente de Izquierda y Juan Schiaretti, un peronista conservador y gobernador de la provincia de Córdoba.
La crisis económica y la inflación extrema han dominado la campaña. Además, la cotización del dólar en el mercado ilegal ha aumentado, lo que ha influido en los precios de los productos en Argentina. Milei ha propuesto la dolarización como una solución para frenar la inflación.
Una de las principales incógnitas de estas elecciones es la participación de los votantes, ya que las primarias de agosto tuvieron una participación baja, y más de 10 millones de personas optaron por no votar, a pesar de que el voto es obligatorio en Argentina.
Argentina enfrenta una elección presidencial con múltiples candidatos en un contexto de crisis económica y un crecimiento del apoyo a la extrema derecha, lo que hace que el resultado final sea incierto y con muchas variables en juego.
